Han sido muchos los rumores, preocupaciones, vídeos, imágenes e incluso interpretaciones, las que nos han acompañado durante este año y medio (en especial los últimos 6 meses) sobre la carrera electoral de los aspirantes americanos a la Casa Blanca. Finalmente los discursos, promesas y propagandas han concluido y de la manera más sorprendente posible: la victoria de Donald Trump.
Igual no es tan pasmoso imaginarse al magnate inmobiliario dirigiendo a un país en el que en la mayoría de sus Estados premia el miedo a las reformas y políticas abiertas e internacionales antes que la aversión a una política basada en el racismo, marginación social, xenofobia,etc. Lo que sí resulta increíble es pensar que la mayor potencia económica del mundo haya vivido 8 años con la candidatura de Obama, un presidente que desde el primer momento ha apostado por el crecimiento del país a través de la democracia, las bajadas de impuestos, una mayor inversión en educación y un intento de mejorar la sanidad.
